Manejar de manera brusca es muy
prejudicial, pues además de que se incrementara el consumo de gasolina, también
puede ocasionar daños graves, como por ejemplo un clutch averiado, y aunque
esta pieza tan fundamental suele ser de bastante aguante, pues por lo general
puede llegar a recorrer hasta los 200.000 kilómetros si se cuida bien, no esta
de más aprender como poder cuidarlo apropiadamente.
La avería del clutch es una de las reparaciones
más costosas, así que, mejor hay que aprender a cuidarlo, antes de gastar
dinero en reparaciones innecesarias.
A continuación, algunos malos
hábitos que ocasionan el desgaste del clutch.
Conducir con el pie recargado sobre
el clutch.
Este habito ademas de inservible, es
muy común y dañino; pues son muchas las personas que suelen conducir con el pie
recargado sobre el clutch, pero debemos evitarlo, pues el clutch terminara
rompiéndose más pronto que tarde.
Mantener los pies sobre el clutch y
el freno al esperar en el semaforo o trafico para poder avanzar en una cuesta.
No importa lo rápido que seas al
cambiar de marcha, porque este no es el motivo por el cual este habito es muy
malo. Mantener pisando el clutch y el freno para que el coche no se te valla,
solo reducirá la vida útil del embrague; lo más aconsejable es que en ves de
utilizar el freno del pie (junto con el clutch), utilices el freno de mano para
sujetar el coche en lo que esperas tu turno para avanzar.
No pisar bien a fondo el pedal del
clutch al cambiar de marcha.
Siempre que cambiemos de marcha,
debemos hacerlo pisando bien el pedal del clutch hasta al fondo y después
soltarlo con suavidad, de esta forma la marcha entrara de forma correcta y sin
raspar.
Mantener pisado el clutch, mientras
esperas a avanzar.
En el trafico o en los semáforos es
común que las personas detengan su vehículo pisando el pedal del clutch y el
del freno, pero esto no es para nada recomendable; lo mejor seria dejar el
coche en neutral, y esperar a que el semáforo se ponga en verde para entonces
si pisar el clutch y meter la marcha.
Otro hábito que muchos cometemos es
el de conducir con la mano recargada sobre la palanca de velocidades, pero esto
es algo que debemos evitar; pues esto hace que se ejerza una presión extra
que, a la larga resultara prejudicial
para el cuidado del clutch.
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